Extracto a partir de Informe con el mismo nombre que presenta WOLA y TNI, 2010/ Por Taller Asuntos Públicos.
El mundo de la fiscalización de las drogas con énfasis en las duras sanciones penales aprobadas en América Latina decanta en severas condenas de cárcel. Esto ha producido un gran aumento en el número de personas encarceladas por delitos de drogas, cuando su iniciativa se supone protegería la salud pública y la seguridad reduciendo la producción de drogas ilícitas, el tráfico y su consumo. Actualmente, al contrario, hay más gente presa y la industria de drogas ilícitas florece como nunca.
El estudio demuestra que la legislación no es solamente ineficaz para detener el tráfico sino que la externalidad negativa ha creado una alta sobre carga en los tribunales y el sufrimiento de miles de personas tras las rejas por pequeños delitos de drogas o por su simple posesión. La ley aplicada en los estratos más bajos delata la injusticia como también la ineficacia del sistema.
El informe arriba a las siguientes conclusiones:
1.Los países latinoamericanos no siempre han tenido leyes severas en el tema drogas y su adopción se debe a las últimas cuatro décadas, primero bajo regímenes autoritarios y luego durante un periodo de intensa presión internacional, de los Estados Unidos en particular, para endurecer las penas por delitos de drogas.
2. Las duras leyes de drogas y la manera como se aplican en AL conlleva a penas desproporcionadamente severas para los acusados por delitos relacionados a drogas. Quizás el caso más extremo lo tiene Ecuador donde las condenas resultan en penas mínimas de 12 a máximas de 25 años cuando la máxima por homicidio es de 16 años.
3.Las actuales leyes sobre el particular no distinguen adecuadamente entre delitos de drogas de bajo y de alto nivel, ni distinguen entre tipos de drogas, en general todos los vinculados con drogas están sujetos a penas comparativamente altas. En Bolivia, por ejemplo, se establece un subsistema penal paralelo a la normativa penal ordinaria caracterizado por la tendencia a una drasticidad irracional de la penalización que suprime derechos fundamentales.
4.Una legislación de drogas estricta y su agresiva aplicación son un factor determinante en el aumento de las tasas de encarcelamiento y, a menudo, hacinamiento en los países estudiados.
5.Un factor determinante en el hacinamiento es el uso de la prisión preventiva, que es obligatoria para los delitos de drogas en muchos países, independientemente de la gravedad de la infracción. Como resultado, muchas personas acusadas por delitos de drogas pasan largos periodos de tiempo tras las rejas antes de que sus casos pasen siquiera a ser considerados en los tribunales.
6.A las personas acusadas y condenadas por delitos de drogas a menudo se les niega acceso, o se les da un acceso limitado, a los beneficios procesales o a las oportunidades de penas alternativas, aunque éstos están frecuentemente a disposición de los acusados de otros tipos de delitos.
7.Los presupuestos y la infraestructura de las cárceles son muy deficientes en todos los países estudiados debido, en parte, a los importantes incrementos en el número de presos por delitos de drogas.
8.Es asombroso el alto número de personas en prisión por posesión simple de drogas, incluyendo la marihuana, hasta en países en donde el porte de pequeñas cantidades de drogas para consumo personal no es un delito.
9.Los encarcelados por cargos de drogas proceden de los estratos más bajos de la cadena del tráfico de drogas, consumidores, correo de drogas, y distribuidores callejeros. Muy poco narcotraficantes de alto nivel están tras las rejas.
10.Las personas encarceladas bajo cargos de drogas provienen por lo general de los sectores más vulnerables de la sociedad, aquellos con poca educación formal, bajos ingresos, y limitadas oportunidades de empleo.
11.Un número cada vez mayor de mujeres, de “mulas” o correos de drogas, y de extranjeros están encarcelados por delitos de drogas.
12.En estos países, la calidad y la cantidad de la información disponible en fuentes gubernamentales sobre las leyes de drogas y cárceles son muy deficientes. Tratándose de un ámbito tan importante, una adecuada información sobre estos temas debería estar a disposición de los responsables políticos y del público.
Leer informe completo:
http://www.druglawreform.info/images/stories/documents/Sistemas_sobrecargados/sistemas_sobrecargados_web2.pdf
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