Hugo Müller Solón
Abogado/PERU
Investigador Asociado del Taller de Asuntos Públicos
mullerabogados@hotmail.com
El Barómetro de las Américas es una encuesta de opinión pública que cubre casi todas las Américas, se realiza cada dos años por el Proyecto de Opinión Pública de América Latina, organismo dependiente de la Universidad de Vanderbilt, Tennessee, Estados Unidos. Recientemente ha publicado los resultados de su encuesta correspondiente al año 2010 realizada en 26 países de América Latina y Caribe, en donde la delincuencia y la corrupción se presentan como dos de los principales retos de gobernabilidad que enfrentan las Américas.
Con respecto a la percepción de inseguridad, sus resultados muestran que el Perú con (53.8%) presenta el nivel más alto de percepción de inseguridad seguido de Argentina y Venezuela, indicativo que guarda estrecha relación con el factor victimización de la delincuencia, en donde de la misma manera, los resultados comparativos indican que el Perú tiene la tasa más alta de victimización (31.1%), seguido de Ecuador y Venezuela. Es decir la percepción de inseguridad de los peruanos no es solo subjetiva pues al preguntarse a los encuestados si habían sido víctimas de la delincuencia, la respuesta fue positiva, de tal forma que ha ubicado al Perú en el primer lugar de víctimas de la delincuencia.
En el tema de la percepción de la corrupción, la encuesta revela que los ciudadanos de las Américas perciben la corrupción entre los funcionarios públicos como un fenómeno generalizado, pero el nivel más alto de percepción de la corrupción en América del Sur lo tiene el Perú con 79.4%, y el tercer lugar en América Latina y Caribe, después de Trinidad y Tobago (83.1%) y Jamaica (81.7%). En el factor victimización de la corrupción es decir aquellos casos en donde alguien tuvo que pagar algún tipo de soborno para ser atendido, Haití tiene el porcentaje más alto de encuestados que declararon haber experimentado la corrupción, seguido de los países de México, Bolivia y Perú con 27.1% ubicándose en el cuarto lugar como país víctima de la corrupción. La Encuesta del Barómetro de las Américas en el 2008, otorgaba al PERU un 27.1% de personas que declaraba haber sido víctimas de la corrupción, porcentaje elevado al 2010 en 4.9% puntos porcentuales.
En cuanto al porcentaje de ciudadanos de las Américas que expresa como importante el respeto por el apoyo al Estado de derecho frente a quienes consideran que las autoridades de vez en cuando podrían actuar al margen de la ley. Los resultados revelan que el Perú se encuentra en la lista de los tres países con menos porcentaje de personas que respetarían el Estado de Derecho para combatir la criminalidad. Lo cual muestra la poca confianza que tienen los peruanos con respecto a la gobernabilidad en asuntos de seguridad ciudadana; en la encuesta del 2008, a la pregunta: “Puede que la democracia tenga problemas, pero es mejor que cualquier otra forma de gobierno”. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase?”. El 65.5% de los peruanos estuvieron en desacuerdo con esta frase, ubicando al Perú entre los cuatro últimos países con menos personas que confiaban en un gobierno democrático.
Estos resultados son realmente preocupantes, pues revela cómo el temor y la victimización por delincuencia o violencia podría afectar el apoyo ciudadano a la democracia o su confianza en ella si los ciudadanos siguen siendo víctimas de la delincuencia o si su percepción de inseguridad sigue creciendo. La falta de gobernabilidad en el tema de la seguridad ciudadana o corrupción podrían conducir a los ciudadanos a perder la fe en sus instituciones políticas, municipales, en la policía, así como en el Ministerio Público y Poder Judicial. Por último, el Barómetro de las Américas, indica que los resultados obtenidos, demuestran que tanto las percepciones como las experiencias con la corrupción y la delincuencia tienen un impacto negativo en el apoyo al sistema político y en el apoyo al Estado de derecho en la región.
El discurso político de quienes ahora centran sus debates y opiniones con respecto a la corrupción y la inseguridad ciudadana en nuestro país, debieran estar orientados a revertir estos resultados mediante propuestas concretas, estudiadas, analizadas, viables y practicables. En el 2012 se realizará la siguiente encuesta en donde se verán los nuevos resultados y los peruanos podremos darnos cuenta si fuimos acertados o no al escoger y elegir a los nuevos gobernantes.
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